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jueves, 14 de enero de 2010

La miel en el cuello



Hoy vamos a hablaros de algo un poco más light, pero no por ello menos necesario de aprender y dominar.


Cuando le preguntamos a una chica cuál es la zona que más excitación le produce, muchas contestan que el cuello. Es importante saber manejarse en ese ámbito y para ello, os vamos a dar algunos trucos que creedme… funcionan.


Pongamos que tienes a esa persona enfrente y quieres derretirla con tus labios. La posición de las manos es esencial: colócalas alrededor de su cintura y acércate lentamente a su rostro. Primero, empieza con suaves y dulces besos por su cuello, acercándote poco a poco al lóbulo de la oreja. Tu cabeza debe estar perfectamente ladeada para no procurarte ningún obstáculo.


Cerciórate de que tus labios están húmedos en todo momento para que se deslicen sin problema. De los besos suaves y las caricias inocentes por su cintura, pasa a besos más ardientes, acompañados de suaves mordiscos. Es en este momento cuando tus manos empiezan a jugar: sujeta su rostro con una mientras introduces la otra por dentro de su camiseta. Todos tus movimientos deben estar coordinados, es decir, cuando la beses lentamente, procura que tus manos se deslicen con suavidad, y cuando comiences con besos más pasionales y mordisquitos, acelera el movimiento de tus manos.


También puedes (y debes) jugar con su pelo, que no despeinarla (suele dar bastante rabia). Coloca tu mano en su nuca para atraerla hacia ti y mientras le sigues comiendo el cuello, estírale con cuidado del pelo que le nace en la nuca. Acércate a su oreja y saborea con cuidado, jugando con su lóbulo entre tus labios y recorriéndola despacio con tu lengua. Prueba a soplarle delicadamente justo al lado de su oreja. Puedes susurrarle e incluso gemirle al oído.


No la beses en la boca bajo ningún concepto. Sigue recorriendo su cuello, mientras tus manos, mucho más liberadas, estiran de su pantalón. Toca donde te deje, pero siempre por pasos, así te asegurarás que no te para el carro y te deja con las ganas de más. Si sigues los pasos y la calientas, será tuya.


Atrévete a bajar hacia su escote. Si levanta la cabeza para facilitarte el espacio, buena señal. No te centres en una parte del cuello, sino que intenta abarcarlo todo, a su perfecto ritmo. Acércate a su boca, pero no la beses. Simplemente tantea, juega con ella, déjala con la miel en los labios. Entonces esquívala y vuelve a centrarte en su cuello, esta vez con mucha más fuerza y determinación, como si estuvieras comiéndole la boca.



¿Ya te ha invadido hasta el último espacio de tu boca?



Pues… ¡Conseguido! ;)

Rachel.

2 comentarios:

  1. magnífico amigas,un blog que echaba en falta....
    me encanta y seguro que pondremos en práctica vuestro conocimiento..

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  2. Antes de comentar, tuve que pasar la prueba y créanme al pie de la letra FUNCIONAAAA!!!
    Gracias por sacarme la veda que tenia encima.

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